El Arte de Ver
Mi viaje artístico comenzó con una revelación simple: el mundo está lleno de obras maestras ocultas, esperando ser reveladas por el ojo visionario.
Cuando miro un pedazo de madera desgastada, no veo solo madera – veo ríos que fluyen, cadenas montañosas, o figuras abstractas que danzan en la veta. Una formación rocosa revela rostros, paisajes, o espirales cósmicas que hablan a algo más profundo en nuestra conciencia.
Esta capacidad de percibir imágenes secundarias – las composiciones ocultas en superficies naturales – es lo que transforma mi trabajo de simple fotografía a arte visionario. Es el mismo ojo que ve el plato de un chef renombrado no solo como excelencia culinaria, sino como un lienzo de colores, texturas y emociones listas para la transformación artística.
En los patrones naturales de los acantilados, emergen mundos enteros
